OpenAI ha anunciado una nueva herramienta de “búsqueda profunda” para ChatGPT, permitiéndole analizar y sintetizar cientos de fuentes en línea en cuestión de minutos. Con esta capacidad, el chatbot puede generar informes detallados a nivel de un analista de investigación, reduciendo drásticamente el tiempo necesario para realizar estudios complejos.

El funcionamiento es sencillo: el usuario proporciona una indicación, y ChatGPT recopila información relevante, la analiza y estructura un documento con datos precisos y bien organizados. Esto podría transformar la forma en que se realizan investigaciones académicas, empresariales y periodísticas.

Aunque esta innovación promete acelerar el acceso al conocimiento, también plantea cuestionamientos sobre la precisión de la información y la posible dependencia de la inteligencia artificial en tareas que tradicionalmente requieren criterio humano.

¿Es el futuro de la investigación o un riesgo para el pensamiento crítico?