Lo que parecía un desastre tecnológico terminó en una historia sorprendente. Ashley, una mujer que viajaba en avioneta, perdió su celular mientras grababa un video en pleno vuelo. El dispositivo cayó desde una altura aproximada de 800 metros, atravesando el aire hasta aterrizar en una zona boscosa.
Lo insólito es que el teléfono no solo sobrevivió, sino que también grabó cada segundo de su caída. En el video se observa el rápido descenso, el sonido del viento y finalmente el aterrizaje en medio de hojas y ramas. La carcasa sufrió algunos rasguños, pero la pantalla y el sistema operativo quedaron intactos.
Ashley logró encontrar el celular utilizando la ubicación GPS y quedó asombrada al comprobar que todo funcionaba perfectamente. Este curioso caso demuestra que, aunque poco común, algunos dispositivos pueden resistir condiciones extremas gracias a su diseño y a factores como la forma en que aterrizan.