Un estudio internacional con datos de más de 100 mil adolescentes reveló que tener un celular antes de los 13 años puede dañar gravemente la salud mental. Los resultados son contundentes: quienes tuvieron acceso a un smartphone a esa edad tienen mayor probabilidad de desarrollar ansiedad, agresividad, problemas emocionales y pensamientos autodestructivos en la adultez.

El verdadero peligro no está solo en el dispositivo, sino en lo que implica: acceso ilimitado a redes sociales, exposición al ciberacoso, reducción de horas de sueño y la comparación constante con otros. Estas experiencias generan un impacto psicológico que, según los expertos, puede dejar cicatrices emocionales difíciles de sanar.

El informe “Protecting the Developing Mind in a Digital Age” urge a padres y autoridades a tomar medidas. Establecer límites de edad, fomentar un uso responsable y educar sobre el consumo digital son pasos clave para proteger la mente en desarrollo. Hoy, la tecnología puede ser tan peligrosa como beneficiosa, dependiendo de cuándo y cómo se use.