Dormir bien es tan vital como alimentarse e hidratarse, sin embargo, en México casi el 45% de los adultos presenta mala calidad del sueño, de acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta problemática se traduce en agotamiento, menor productividad y un deterioro en la salud mental de quienes la padecen.
La falta de descanso adecuado también está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves. La ciencia ha demostrado que dormir poco o de manera deficiente afecta el sistema inmune, incrementa los niveles de estrés y puede provocar hipertensión, diabetes e incluso problemas cardiovasculares.
Expertos en medicina del sueño recomiendan establecer horarios regulares, limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir y crear un ambiente propicio para el descanso. Aseguran que mejorar la calidad del sueño no sólo eleva la concentración y el ánimo, sino que también reduce la probabilidad de enfermedades crónicas a largo plazo.