La Iglesia católica celebró la canonización de Carlo Acutis, un adolescente italiano que se convirtió en el primer santo millennial. Acutis falleció en 2006 a los 15 años víctima de leucemia, pero dejó una huella imborrable gracias a su labor en Internet, donde creó un sitio web que documentaba milagros e historias de fe, ganándose el apodo de “el influencer de Dios”.
Miles de jóvenes acudieron a Roma para presenciar la ceremonia y rendir homenaje a un joven que supo aprovechar las herramientas digitales para acercar la religión a nuevas generaciones. Su beatificación en 2020 ya había generado un fuerte movimiento entre fieles, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes que se identificaban con su forma cercana de difundir la fe.
La canonización de Acutis envía un mensaje de esperanza en tiempos de incertidumbre, demostrando que la espiritualidad también puede encontrar un espacio en la era digital. Con su historia, la Iglesia busca inspirar a los jóvenes a vivir su fe desde su propia realidad, utilizando la tecnología como puente entre lo espiritual y lo cotidiano.