La terapia asistida con perros, conocida como canoterapia, está transformando hospitales, clínicas y centros de rehabilitación. Esta técnica usa perros entrenados como co-terapeutas para mejorar la salud emocional y física de pacientes con ansiedad, dolor crónico, discapacidades o traumas.
Los resultados son respaldados por la ciencia: la interacción con los animales reduce el cortisol (la hormona del estrés), mejora el estado de ánimo, disminuye la presión arterial y aumenta la motivación para realizar actividades terapéuticas. Además, se ha visto una recuperación más rápida en pacientes que reciben este tipo de acompañamiento.
En México, esta práctica gana popularidad no sólo en contextos clínicos, sino también en escuelas, asilos y programas sociales. Más allá de la ternura, los perros se convierten en puentes emocionales, brindando consuelo, compañía y una poderosa forma de sanar. Porque a veces, un ladrido amable puede ser más eficaz que muchas palabras.