De acuerdo con el más reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Canadá se posiciona como el país más educado del mundo. Más del 56% de sus adultos han completado estudios técnicos o universitarios, cifra que supera a potencias como Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. Este logro se atribuye a una política educativa incluyente, con amplias oportunidades de acceso y un fuerte enfoque en la capacitación profesional.
El modelo canadiense apuesta por la educación como motor de desarrollo económico y social. La combinación de instituciones públicas de alto nivel, becas accesibles y programas de vinculación laboral ha permitido mantener una tasa de empleo elevada entre los egresados. Además, el país impulsa la llegada de estudiantes internacionales, lo que refuerza su diversidad académica y cultural.
Para los expertos, este liderazgo educativo consolida a Canadá como un referente global en capital humano y competitividad internacional. En un mundo cada vez más orientado hacia la innovación y la tecnología, su inversión sostenida en educación demuestra que la formación continua sigue siendo la mejor herramienta para construir un futuro más equitativo y próspero.