El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sorprendió con una nueva propuesta: admitir en su megacárcel a delincuentes convictos de Estados Unidos a cambio de una tarifa. Según Bukele, este pago sería bajo para EE.UU., pero significativo para El Salvador, permitiendo financiar su sistema penitenciario.

El Salvador pasó de ser uno de los países más violentos del mundo a registrar solo 114 homicidios en 2023, una cifra mínima récord. Esto ha fortalecido la popularidad de Bukele, quien atribuye estos resultados a su “guerra contra pandillas”, lanzada en 2022, con más de 83 mil arrestos.

La propuesta genera debate. ¿Podría esto aliviar las cárceles en EE.UU. y beneficiar a El Salvador, o se trata de una medida controvertida con implicaciones legales y humanitarias?