Después de 20 años de gobiernos del Movimiento al Socialismo, Bolivia vivió un cambio histórico en las urnas. Rodrigo Paz, economista y exalcalde de Tarija, fue electo presidente con el 54.6% de los votos, marcando el inicio de una nueva era política en el país sudamericano. Su victoria se dio con una participación récord del 90%, reflejando el deseo ciudadano de renovación y estabilidad.
En su primer discurso, Paz prometió garantizar seguridad jurídica, respeto a la propiedad privada y una apertura internacional que fomente la inversión. También subrayó su compromiso con la unidad nacional y el fortalecimiento institucional. Bolivia, tras años de tensiones sociales y crisis económicas, busca ahora reenfocar su rumbo hacia el crecimiento sostenible.
El nuevo mandatario asumirá el cargo el 8 de noviembre, convirtiéndose en el tercer miembro de su familia en llegar a la presidencia. Analistas consideran que su gestión será clave para definir el futuro político y económico del país, especialmente en un contexto regional de cambios y desafíos democráticos.