A 25 metros de profundidad, frente a las costas de Yonaguni, Japón guarda un misterio que aún desconcierta a la ciencia. Se trata de estructuras enormes con formas geométricas, escalones y ángulos tan precisos que parecen hechos por el hombre. Algunos creen que pertenecieron a una ciudad sumergida de la antigua civilización Jōmon, miles de años atrás.
Pero otros científicos aseguran que se trata simplemente de formaciones naturales esculpidas por la erosión marina. No hay restos humanos ni artefactos para probar la hipótesis de una ciudad perdida. Aun así, las teorías no paran, y la zona se ha convertido en un imán para buzos, arqueólogos y curiosos de todo el mundo.
¿Obra de la naturaleza o vestigios de una cultura olvidada? La respuesta sigue sin encontrarse, pero el misterio, la belleza y la historia de estas estructuras submarinas siguen atrapando la imaginación de quienes se sumergen en sus aguas.