La presidenta lo ha confirmado: la semana laboral de 40 horas será ley. A partir de junio comenzarán los foros con empresarios, sindicatos y trabajadores para establecer la transición. Aunque la implementación será gradual, se espera que el nuevo modelo esté completamente en marcha para enero del 2030.
Esta reforma histórica busca dignificar la vida sin afectar la productividad. Según declaraciones oficiales, se trata de equilibrar el tiempo de trabajo con el bienestar físico y mental de los empleados. El cambio también podría impactar positivamente en la economía, al promover mejores condiciones laborales que impulsen el rendimiento y la motivación.
El anuncio ha generado tanto entusiasmo como dudas. Algunos empresarios advierten sobre los ajustes que implicará esta reducción horaria, mientras que sindicatos celebran la medida como una conquista largamente esperada. Lo cierto es que este paso marca el inicio de una transformación profunda en la cultura del trabajo en el país.