Durante siglos, la Estrella de Belén ha sido interpretada como un fenómeno sobrenatural ligado al nacimiento de Jesús. Sin embargo, una nueva hipótesis científica plantea que este símbolo navideño pudo haber sido un objeto real proveniente del espacio profundo. Mark Matney, científico planetario de la NASA, sugiere que no se trató de una estrella, sino de un cometa excepcionalmente brillante.
De acuerdo con Matney, antiguos registros astronómicos chinos documentan la aparición de un astro en el año 5 antes de Cristo, visible durante más de setenta días y con una luminosidad inusual, incluso perceptible a plena luz del día. Estas descripciones coinciden con el comportamiento de ciertos cometas de gran tamaño, capaces de permanecer visibles por largos periodos y de destacar en el cielo nocturno.
Al reconstruir su posible trayectoria, el investigador encontró similitudes sorprendentes con el relato del Evangelio de Mateo: el objeto apareció en el este, fue observado durante semanas y pareció “detenerse” sobre un punto específico, tal como se describe en el viaje hacia Belén. Aunque la teoría no busca desmentir la tradición religiosa, sí ofrece una de las explicaciones científicas más coherentes, manteniendo vivo el misterio que une astronomía, historia y Navidad.