El Gobierno federal presentó el proyecto para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana, una de las reformas más relevantes en materia laboral de la última década. La iniciativa establece una implementación gradual entre 2027 y 2030, reduciendo dos horas por año hasta alcanzar el nuevo límite legal. Con ello, se busca adaptar al país a estándares internacionales sin generar una transición abrupta para empresas y trabajadores.
La propuesta contempla nuevas reglas en torno a las horas extraordinarias. Según el documento oficial, estas deberán ser voluntarias, no podrán exceder cuatro horas diarias y sólo podrán realizarse hasta en cuatro días por semana. Además, se prohíbe su uso en menores de edad y se reforzará el registro de jornadas laborales como mecanismo de supervisión. Autoridades señalan que estos cambios buscan garantizar condiciones de trabajo más justas y transparentes.
De acuerdo con el Gobierno, la reforma pretende mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores al permitir más tiempo de descanso, convivencia y cuidado personal. También se argumenta que una menor jornada podría tener efectos positivos en salud física y mental, así como en los niveles de productividad. Aunque el debate continúa abierto, especialistas reconocen que la transición ordenada será clave para evitar afectaciones económicas en distintos sectores productivos.
