Con la llegada de las bajas temperaturas, especialistas en salud recomiendan adoptar medidas preventivas para reducir el riesgo de enfermedades respiratorias como resfriados, influenza y otros virus que tienden a propagarse con mayor facilidad en invierno. Una de las principales recomendaciones es abrigarse de manera adecuada utilizando varias capas de ropa que ayuden a conservar el calor corporal. Proteger zonas sensibles como cuello, cabeza y manos resulta fundamental, sobre todo en momentos de cambios bruscos de temperatura.

Además de la protección física, médicos subrayan la importancia de mantener una hidratación adecuada, incluso cuando la sensación de sed disminuye en clima frío. El consumo suficiente de agua favorece el correcto funcionamiento de las mucosas respiratorias, las cuales actúan como una barrera natural frente a agentes infecciosos. Mantenerlas húmedas disminuye la posibilidad de irritación y reduce la vulnerabilidad ante virus estacionales.

Finalmente, la alimentación juega un papel determinante en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Consumir frutas y verduras ricas en vitamina C, como naranja, guayaba, kiwi, brócoli o pimientos, ayuda a reforzar las defensas del organismo. Los especialistas recalcan que, aunque estas medidas no garantizan evitar por completo enfermedades respiratorias, sí representan una estrategia eficaz para disminuir su frecuencia y severidad durante los meses más fríos del año.