La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) atraviesa una de sus crisis académicas más graves en los últimos años: más de 40 mil estudiantes permanecen sin clases debido a los paros activos en facultades como Medicina, Química, Arquitectura, Artes y Filosofía. Con el semestre a punto de concluir, el conflicto amenaza con extenderse y afectar la validez del ciclo escolar.
Las protestas, impulsadas por demandas de mayor seguridad, mejores condiciones de infraestructura y atención a casos de violencia de género, han derivado en múltiples mesas de diálogo entre autoridades y representantes estudiantiles. Sin embargo, los acuerdos siguen sin concretarse.
Mientras tanto, la comunidad universitaria enfrenta una creciente incertidumbre sobre la reanudación de clases y la posible reprogramación del calendario académico. La Rectoría ha hecho un llamado al diálogo, pero las asambleas estudiantiles mantienen su posición de no levantar los paros hasta que se atiendan todas las demandas planteadas.
