Durante las celebraciones con fuegos artificiales, muchos animales domésticos sufren episodios de pánico y ansiedad extrema. Esto se debe a que los oídos de perros y gatos son hasta cuatro veces más sensibles que los de los humanos, lo que hace que los estallidos les resulten insoportables. Según especialistas en comportamiento animal, los ruidos intensos pueden provocar dolor físico, taquicardia, desorientación e incluso ataques de pánico en las mascotas.
El miedo desencadena reacciones que van desde esconderse y temblar, hasta intentar escapar del lugar, lo que a menudo deriva en extravíos o accidentes. Con el tiempo, la exposición constante a estos sonidos puede generar ansiedad crónica y cambios de conducta, afectando gravemente su bienestar emocional. Veterinarios advierten que estos episodios no solo representan un problema momentáneo, sino que pueden dejar secuelas permanentes si no se atienden adecuadamente.
Por ello, expertos recomiendan crear espacios seguros en el hogar durante las festividades, cerrar ventanas para disminuir el ruido, reproducir música relajante y, sobre todo, mantener la calma para transmitir seguridad a las mascotas. También se sugiere consultar a un veterinario en caso de episodios severos de miedo. Protegerlos durante las celebraciones no es solo un acto de cuidado, sino una muestra de responsabilidad y empatía hacia los animales.
