El huracán Melissa alcanzó la categoría 5 y ya es considerado uno de los más potentes en las últimas décadas. Con vientos sostenidos de 260 kilómetros por hora y rachas de hasta 315, el fenómeno natural se dirige hacia Jamaica, Cuba y las Bahamas, donde podría causar daños devastadores. Las autoridades han iniciado evacuaciones masivas ante el riesgo extremo de inundaciones, deslaves y destrucción de infraestructura.

En Jamaica se prevén acumulaciones de lluvia superiores a un metro, lo que podría provocar la pérdida de cultivos y dejar a miles de familias sin hogar. Las autoridades meteorológicas también alertan sobre oleajes de hasta cuatro metros de altura, que amenazan directamente a las comunidades costeras. La población ha sido llamada a refugiarse en zonas seguras y evitar cualquier desplazamiento innecesario.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) mantiene vigilancia constante, mientras que equipos de rescate y suministros de emergencia ya fueron desplegados en el Caribe. Los expertos advierten que Melissa podría marcar un nuevo récord de intensidad para la región, producto del calentamiento de las aguas oceánicas y del cambio climático que intensifica este tipo de fenómenos.