Un grupo de paleontólogos realizó un hallazgo sorprendente en el desierto de Perú: el fósil de una marsopa extinta que habitó la Tierra hace entre 8 y 12 millones de años, durante el período del Mioceno. En aquel entonces, la zona donde hoy se extiende el árido desierto era un mar repleto de vida. El descubrimiento, compuesto por un esqueleto de aproximadamente 3.5 metros de largo, ofrece una ventana única para comprender cómo evolucionaron los cetáceos, grupo al que pertenecen ballenas, delfines y marsopas.
Los especialistas destacaron que este fósil conserva características anatómicas que podrían marcar un punto intermedio en la transición evolutiva de las especies marinas modernas. El hallazgo no solo permite analizar su morfología, sino también deducir aspectos del ecosistema marino en el que vivía. Según los investigadores, el ejemplar probablemente habitaba aguas templadas y se alimentaba de peces pequeños, reflejando una rica cadena alimenticia que sostenía una gran diversidad de especies en esa época.
Con descubrimientos como este, Perú reafirma su papel como una de las zonas paleontológicas más importantes del mundo. En los últimos años, la región ha revelado restos de ballenas primitivas, tiburones gigantes y aves marinas extintas, consolidando su valor científico. Este nuevo hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre la evolución de los cetáceos, sino que también contribuye a reconstruir la historia natural de los océanos antiguos que alguna vez cubrieron gran parte del territorio peruano.