El gobierno francés encendió las alarmas al ordenar a todos los hospitales del país elaborar un plan de emergencia para atender hasta 50 mil heridos de combate antes de marzo de 2026. La medida, vinculada al crecimiento del conflicto en Ucrania, refleja la preocupación de París por una posible escalada bélica en territorio europeo.

De acuerdo con la instrucción oficial, médicos civiles podrían ser llamados a integrarse al servicio militar para reforzar la capacidad de respuesta sanitaria en caso de guerra. Este tipo de protocolos no se veía en décadas y ha despertado inquietud entre la población.

La decisión se interpreta como un mensaje claro: Francia quiere estar lista para enfrentar cualquier escenario adverso. Mientras tanto, en el resto de Europa crece la incertidumbre sobre el futuro de la seguridad continental y el impacto que tendría una guerra a gran escala.