En Nepal, la prohibición de WhatsApp, Facebook, X y YouTube desató una crisis inesperada. El gobierno bloqueó estas plataformas por presunto incumplimiento de regulaciones, pero la medida provocó protestas masivas en las calles. Lo que parecía un acto de control digital terminó en tragedia: decenas de personas murieron, más de 100 resultaron heridas y varias zonas se convirtieron en escenarios de enfrentamiento.

La indignación popular creció rápidamente, ya que en un país donde las redes sociales son clave para la comunicación, el apagón digital fue interpretado como un ataque a la libertad de expresión. El conflicto escaló en cuestión de horas, dejando un saldo devastador.

Ante la presión y los daños causados, el gobierno decidió levantar el bloqueo al día siguiente. Aunque las plataformas regresaron, la herida social y política permanece abierta, mostrando la fragilidad de la convivencia entre control gubernamental y derechos ciudadanos en Nepal.