Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, aseguró que para el año 2035 la inteligencia artificial podría desempeñar un papel decisivo en la medicina, llegando incluso a curar enfermedades como el cáncer. El empresario destacó que los avances actuales en el desarrollo de herramientas de IA ya están transformando la forma en que se crean fármacos y se llevan a cabo los ensayos clínicos.
Actualmente, diversas compañías tecnológicas trabajan con sistemas capaces de diseñar medicamentos en cuestión de días, reduciendo procesos que antes tomaban meses. Asimismo, los algoritmos de IA permiten analizar grandes cantidades de información médica para acelerar diagnósticos, mejorar tratamientos y personalizar terapias según el perfil genético de cada paciente.
Aunque el potencial es enorme, expertos advierten que aún existen desafíos éticos y técnicos. La supervisión médica seguirá siendo esencial, y será necesario establecer regulaciones claras para garantizar la seguridad de los pacientes. Sin embargo, la posibilidad de que la inteligencia artificial se convierta en una herramienta central de la medicina abre la puerta a una nueva era en el cuidado de la salud.