Un turista en Francia se convirtió en protagonista de una de las escenas más inusuales del mundo del arte contemporáneo: se comió un plátano pegado en la pared del Centro Pompidou, sin saber que formaba parte de una obra valorada en más de 6 millones de dólares. La pieza en cuestión era Comedian, del artista conceptual Maurizio Cattelan, conocida mundialmente por usar un plátano real sujeto con cinta adhesiva.
Los responsables del museo reinstalaron otro plátano en minutos y no presentaron cargos contra el visitante, quien argumentó que tenía hambre y no pensó que fuera arte. La situación ha generado una ola de comentarios en redes sociales y medios internacionales, entre la incredulidad, la risa y la crítica. ¿Puede algo tan simple como una fruta pegarse en una galería y adquirir un valor millonario?
Esta no es la primera vez que Comedian causa polémica. La obra ya ha sido exhibida en otras partes del mundo y ha sido interpretada como una crítica al mercado del arte y su lógica absurda. La acción del turista reavivó un viejo debate: ¿es arte… o una burla? ¿Tú qué opinas?