En Pakistán, un periodista fue arrastrado por la corriente mientras transmitía en vivo en la presa de Chahan, en medio de una cobertura sobre las fuertes lluvias que han azotado la región. Las imágenes, que ya se han vuelto virales, muestran al reportero con el agua hasta el cuello intentando dar su nota mientras la corriente lo envuelve. Solo su cabeza y el micrófono eran visibles antes de desaparecer completamente de cuadro.

El video ha generado debate en redes sociales. Algunos aplauden su compromiso y valentía por informar desde el lugar de los hechos; otros lo tachan de imprudente, argumentando que puso en riesgo su vida y la del equipo de grabación. Cabe destacar que las inundaciones ya han dejado más de 100 personas muertas en el país, y las autoridades han declarado estado de emergencia en varias zonas afectadas.

La escena se suma a otros momentos extremos del periodismo en campo, donde los reporteros enfrentan situaciones peligrosas para llevar la noticia al público. Este caso reabre la discusión sobre los límites de la cobertura mediática en contextos de riesgo. ¿Dónde termina la entrega profesional y comienza la negligencia?