Cantar mientras se conduce podría ser una de las formas más sencillas y efectivas de cuidar la salud mental, según diversos estudios en psicología y neurociencia. Esta actividad eleva los niveles de oxitocina, dopamina y serotonina, hormonas responsables de generar sensaciones de felicidad, calma y conexión emocional.
Más allá del entretenimiento, cantar ayuda a reducir el estrés, aliviar la ansiedad y mejorar la concentración. Incluso fortalece el sistema inmunológico, al inducir una respiración más profunda y rítmica. Los expertos aseguran que, al igual que bailar o reír, cantar activa zonas del cerebro asociadas con el bienestar.
Por eso, lo que parece un simple hábito cotidiano puede convertirse en una poderosa herramienta de autocuidado emocional. Subir el volumen y cantar esa canción favorita en el auto podría tener efectos terapéuticos comparables con una breve sesión de meditación o mindfulness.