Las lluvias no solo traen frescura, también apagan la luz… literalmente. En muchas zonas de México, cada tormenta viene acompañada de apagones. Y aunque parezca coincidencia, la causa está en la infraestructura eléctrica y su vulnerabilidad al agua.
Cuando la humedad se filtra en instalaciones mal selladas, puede provocar cortocircuitos. Además, los rayos que caen durante las tormentas generan sobretensiones que dañan transformadores y equipos eléctricos. Si a eso se suma que una rama cae sobre un cable o un poste cede, el apagón es prácticamente inevitable.
Más allá de la incomodidad, el verdadero riesgo está en los electrodomésticos. Cada descarga puede dañar televisores, refrigeradores o computadoras en segundos. Por eso, expertos recomiendan desconectar aparatos sensibles cuando hay tormentas. Prevenir puede ahorrarte más de un susto… y mucho dinero.