Cada año, entre el 20 de junio y el 10 de agosto, los bosques de México se llenan de magia con el espectáculo natural de las luciérnagas. Miles de luces titilantes iluminan la oscuridad en un fenómeno que se ha vuelto una atracción turística tanto para locales como para visitantes extranjeros.
Los destinos más famosos para presenciar este fenómeno son Nanacamilpa y Tlaxco, en Tlaxcala; Amecameca y Valle de Bravo, en el Estado de México; y Santa Rita Tlahuapan, en Puebla. La mejor época para visitarlos es durante el mes de julio, cuando la actividad de las luciérnagas alcanza su punto máximo.
El costo de entrada a los santuarios varía entre 150 y 400 pesos, con opciones para acampar, hospedarse en cabañas o tomar tours organizados desde la Ciudad de México. Expertos recomiendan no usar luces fuertes, respetar los senderos y guardar silencio para no alterar a las luciérnagas, cuyo ciclo de vida depende de un entorno cuidado.