La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha encendido las alertas: el 2025 será el año más grave en cuanto a la llegada de sargazo al Caribe mexicano, con un aumento del 40% respecto a años anteriores. Este alga, lejos de ser inofensiva, afecta gravemente los ecosistemas marinos, ya que al descomponerse consume oxígeno, bloquea la luz solar y termina matando arrecifes enteros.

El problema va más allá del turismo. El sargazo impide que las tortugas aniden, contamina acuíferos y emite gases tóxicos que provocan desde náuseas hasta problemas respiratorios. Además, arrastra microplásticos y metales pesados como arsénico, lo que representa una amenaza para la salud pública y ambiental.

Retirarlo tampoco es sencillo: cuesta más de un millón de dólares por kilómetro de playa. Ante este panorama, especialistas llaman a atender la crisis con estrategias de prevención y cooperación internacional, ya que se trata de un fenómeno que afecta a toda la región del Caribe.