Un nuevo estudio científico ha revelado un fenómeno preocupante: el 21% del océano se está oscureciendo. En algunas regiones, la luz solar penetra hasta 100 metros menos que antes, lo que significa que gran parte del ecosistema marino está recibiendo menos luz de la necesaria para sobrevivir. Este cambio podría tener consecuencias graves para los corales, algas y peces que dependen de la luz para vivir, crecer y reproducirse.

La principal causa de este oscurecimiento es una combinación de factores provocados por el ser humano: la contaminación costera, el crecimiento descontrolado de algas y el calentamiento global. El exceso de nutrientes en el agua, producto de desechos industriales y agrícolas, favorece la proliferación de algas que bloquean el paso de la luz. A esto se suma el aumento en la temperatura del mar, que modifica las corrientes y reduce la transparencia del agua.

Los expertos advierten que si esta tendencia continúa, podríamos presenciar un colapso en los ecosistemas marinos tal como los conocemos. Cambiaría la ubicación de especies, afectaría la pesca, y desestabilizaría cadenas alimenticias enteras. Los científicos llaman a tomar medidas urgentes para reducir la contaminación y frenar el cambio climático, antes de que los efectos en el océano se vuelvan irreversibles.