Algo inusual está ocurriendo en el clima del planeta: a pesar de las advertencias de que 2025 podría ser una de las temporadas de huracanes más activas en décadas, hasta ahora no se ha formado ni una sola tormenta. Este fenómeno ha ocurrido apenas cinco veces en los últimos 75 años y, según los meteorólogos, cuando sucede, suele anunciar eventos climáticos mucho más intensos en los meses siguientes.

Expertos de la Universidad de Colorado señalan que, en condiciones normales, ya deberían haberse formado al menos tres o cuatro tormentas. Pero la actividad está completamente ausente. Para muchos, esto podría ser la “calma antes de la tormenta”, una pausa en la atmósfera que precede a huracanes extremadamente destructivos en la segunda mitad del año.

El cambio climático, las temperaturas oceánicas inusuales y otros factores podrían estar alterando los patrones tradicionales. Mientras tanto, las autoridades recomiendan no bajar la guardia. La ausencia de huracanes no es una buena señal, sino una advertencia silenciosa: lo peor podría estar por venir.