El 70% de las enfermedades renales podrían evitarse con una dieta saludable.
El daño en los riñones es silencioso y, en muchos casos, cuando aparecen los síntomas ya es demasiado tarde. Por eso, la prevención es clave para mantener una buena salud renal.

Más del 10% de la población mundial sufre problemas en los riñones, y las principales causas son la mala alimentación, la deshidratación y la presión arterial descontrolada. Reducir el consumo de sal, evitar los ultraprocesados y mantener una hidratación adecuada son pasos esenciales para evitar complicaciones.

Además de la alimentación, los chequeos médicos regulares pueden hacer la diferencia. Un simple análisis de sangre y orina puede detectar problemas antes de que se agraven. Cuidar los riñones no requiere grandes esfuerzos, solo hábitos saludables que pueden marcar la diferencia a largo plazo.