Un estudio publicado en Nature Medicine, basado en el seguimiento de 100,000 personas durante 30 años, ha revelado una verdad innegable: la alimentación influye directamente en la calidad y esperanza de vida. Una dieta rica en vegetales, cereales integrales y lácteos bajos en grasa no solo previene enfermedades crónicas, sino que también mejora la salud mental en la vejez.
El impacto de la alimentación es tan grande que los expertos la consideran un factor determinante en la mortalidad. En otras palabras, lo que comes hoy podría definir la manera en que vivirás tus últimas décadas. La evidencia sugiere que quienes siguen dietas equilibradas tienen menores tasas de enfermedades cardíacas, diabetes y deterioro cognitivo.
Con este hallazgo, la ciencia deja claro que cuidar lo que comemos no solo se trata de estética o peso, sino de vivir más y mejor. Entonces, ¿estás eligiendo bien lo que hay en tu plato?