Una alarmante decisión del gobierno de Estados Unidos pone en riesgo a millones de personas en países en desarrollo. El recorte de fondos destinados a combatir enfermedades como la malaria, el sida, la tuberculosis podría provocar un retroceso histórico en la lucha contra estas amenazas, especialmente en África, donde los sistemas de salud ya están al borde del colapso.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que este recorte provocará hasta 15 millones de nuevos casos de malaria y 107 mil muertes al año. En el caso del sida, se estima que podría dejar más de 3 millones de muertes y 10 millones de nuevos contagios, agravando aún más la crisis sanitaria en los países más vulnerables.
En varias naciones africanas, la falta de personal médico y suministros básicos hace imposible enfrentar este escenario sin apoyo internacional. Activistas y organizaciones humanitarias piden a Estados Unidos reconsiderar su decisión, antes de que las consecuencias sean irreversibles para millones de personas.