El uso de inteligencia artificial en la terapia psicológica está cobrando fuerza, especialmente en China, donde DeepSeek, un chatbot similar a ChatGPT, se ha convertido en un confidente para miles de personas. Jóvenes en particular recurren a esta IA para encontrar apoyo emocional, conversar sobre sus problemas y recibir consejos en momentos difíciles.

El auge de estas herramientas digitales responde a una creciente necesidad de apoyo psicológico accesible y sin barreras. En un mundo donde la depresión y la ansiedad afectan a millones, la inteligencia artificial ofrece una alternativa para quienes no pueden o no quieren acudir a terapia tradicional. Sin embargo, surgen dudas sobre su efectividad y los riesgos de depender de un sistema automatizado para la salud mental.

A medida que la tecnología avanza, se abre un debate importante: ¿puede una IA reemplazar la conexión humana en la terapia? Para algunos, DeepSeek es un aliado valioso, mientras que otros advierten sobre los límites de confiar en algoritmos para el bienestar emocional.