Aaron James, un hombre que perdió un ojo en un accidente laboral, ha hecho historia al convertirse en el primer paciente en recibir un trasplante de globo ocular. La cirugía, que duró 24 horas y contó con la participación de 140 médicos, logró un resultado sin precedentes.
El trasplante no solo reconstruyó su rostro, sino que el ojo trasplantado ha comenzado a responder a la luz. Aunque aún no se ha confirmado si podrá recuperar completamente la visión, los expertos creen que este avance representa un gran paso para la medicina.
Este procedimiento marca un hito en la ciencia médica y abre la puerta a nuevas posibilidades para personas con lesiones oculares graves. Un logro que podría cambiar el futuro de los trasplantes.