El condado de Los Ángeles enfrenta una emergencia sin precedentes debido a los incendios forestales que han provocado la evacuación de casi 90 mil personas, la desaparición de 30 habitantes, y dejado sin electricidad a más de 77 mil hogares. La situación es crítica, y las autoridades trabajan a contrarreloj para contener las llamas y minimizar las pérdidas humanas y materiales.

Expertos advierten que el número de víctimas podría aumentar, ya que las condiciones extremas de «bandera roja» caracterizadas por altas temperaturas, vientos fuertes y baja humedad mantienen el peligro latente.

El Servicio Meteorológico Nacional lanzó una advertencia clara: “Aún no estamos fuera de peligro”, mientras equipos de emergencia continúan combatiendo los focos activos de incendio.

La devastación plantea una pregunta urgente: ¿hasta cuándo podrá soportar California el impacto de estos eventos cada vez más frecuentes y destructivos? La comunidad y las autoridades llaman a la unidad y a medidas para prevenir futuras catástrofes.