Pompeya, el icónico parque arqueológico italiano, ha tomado una decisión histórica: limitar el número de turistas que pueden visitarlo cada día. Con más de 4 millones de visitantes al año, preservar este patrimonio único se ha vuelto un desafío. Además, el exceso de turistas afecta la calidad de las visitas y pone en riesgo la conservación del sitio.
A partir de ahora, el acceso estará limitado a 20,000 personas por día. Esta medida busca proteger las ruinas de Pompeya y garantizar una experiencia segura y enriquecedora para los visitantes.
Pompeya no es el único lugar en Italia que ha dicho “¡hasta aquí!”. En Venecia, otro destino emblemático, se ha implementado un sistema de cobro de entrada durante los días de alta demanda para controlar la masificación turística.
Estas medidas marcan un cambio hacia un turismo más responsable, donde la prioridad es proteger el patrimonio cultural y natural para las generaciones futuras.