Ha sorprendido inmensamente el hecho de que en el Vaticano haya un pesebre originario de Perú, es decir, con todas las características de los pesebres andinos.

Según información oficial, el pesebre, adornado con campesinos, llamas y quinoa, está ubicado en la Plaza de San Pedro, en homenaje a Perú.

Los personajes, de tamaño natural, están vestidos con trajes tradicionales y mantas tejidas en la región andina.

Con el pesebre peruano el Vaticano desea conmemorar los 200 años de la Independencia de ese país e ilustrar la vida de los pueblos andinos, profundamente católicos.