La pandemia ha encaminado a los niños a un estilo de vida muy distinto al que solían tener.
Ya no pueden ir a la escuela, por lo que las clases desde el televisor o a través de una computadora, son lo más común hoy en día.
En zonas en pobreza extrema, como Chimalhuacán, en el Estado de México, los niños encontraron dificultades mayores para estudiar con el programa “Aprende en Casa”: muchos de ellos no tienen idea de cómo utilizar la computadora que les han donado algunas fundaciones.
Desde hace seis meses, unos 200 alumnos, de 5 a 21 años, estudian en aparatos donados por una asociación religiosa, gracias al trabajo de la ONG Utopía en esta localidad.
Chimalhuacán es uno de los municipios más poblados del país con 705 mil habitantes; unos 5 mil viven en Corte Escalerillas y trabajan principalmente en el basurero, donde diariamente son vertidas 12 mil toneladas de desechos entre los que buscan material para vender como reciclaje.