Después de leer este artículo, lo más seguro es que te sientas motivado a comenzar a ejercitarte todos los días.
En el momento en que comienzas a mover tu cuerpo, el corazón bombea más rápido para llevar más sangre a los músculos.
La respiración también se acelera para llevar más oxígeno al cuerpo.
El cuerpo comienza a generar calor, que lleva a una sudoración para regular la temperatura corporal.
El ejercicio puede estimular la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que ayudan a movilizar la energía almacenada y a regular la respuesta al estrés.
Dependiendo de la intensidad del ejercicio, el cuerpo puede quemar glucosa y grasas para obtener energía.
Con el tiempo y el entrenamiento regular, los músculos pueden adaptarse aumentando su tamaño.
También, el ejercicio fortalece el corazón y mejora la eficiencia con la que bombea sangre a través del cuerpo.
Estos efectos son clave para mejorar la salud cardiovascular, muscular y metabólica.