Un estudio analizó a 5 mil personas por 6 años y descubrieron que los noctámbulos tienen un índice de masa corporal más alto, y tienen casi un 50% más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, que los que se acuestan más temprano.
Se determinó que las personas que duermen tarde se asocian con un estilo de vida poco saludable; a ellos se les determinó “cronotipos tardíos”, y -según el estudio- más propensos a fumar, no dormir lo suficiente y comer alimentos poco nutritivos.
Esta es la razón por la que tienen mayor riesgo de sufrir obesidad y trastornos metabólicos, incluida la diabetes tipo 2.