El Gobierno de la capital ya oficializó la imposición de El «tope a la renta en la Ciudad de México». 

Esto quiere decir que los arrendatarios ya no podrán subir los precios de la renta, sino que tendrán un límite por ley. 

Este tope estará alineado con la inflación reportada por el Banco de México durante el año anterior.

El jefe de Gobierno, Martí Batres, celebró la publicación del documento y aseguró que de esta forma se pondrá freno a los incrementos excesivos, beneficiando a madres solteras, trabajadores y personas de bajos recursos. 

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