El estrés, la ansiedad y la tristeza pueden afectar nuestra salud física. Estudios demuestran que lo que pensamos puede impactar nuestro cuerpo.
Pero no todo está perdido. Cambiar nuestra mentalidad puede ser la clave para mejorar nuestro bienestar.
Practicar la gratitud, la meditación y rodearte de energía positiva puede transformar tu vida.Así que, la próxima vez que te sientas abrumado, recuerda: tú eliges cómo pensar.