Dormir sin desmaquillarse podría parecer una omisión menor, pero dermatólogos advierten que sus consecuencias son serias. Durante el día, la piel acumula residuos de maquillaje, grasa, contaminación y sudor. Al no retirarlos antes de dormir, se obstruyen los poros y se interfiere con el proceso de regeneración celular nocturna.
Los expertos señalan que este mal hábito favorece el envejecimiento prematuro, la aparición de arrugas, brotes de acné, manchas e incluso infecciones. Las partículas contaminantes y los ingredientes químicos de los cosméticos pueden alterar el equilibrio natural de la piel, causando daños visibles a mediano y largo plazo.
La recomendación principal es adoptar una rutina de limpieza nocturna que incluya desmaquillante, limpiador suave e hidratante. Este cuidado básico no solo preserva la salud de la piel, sino que también mejora su textura y luminosidad. “Tu piel se regenera de noche, pero necesita estar libre para hacerlo”, concluyen los especialistas.