Vamos a ver lo que dice la ciencia. Por un lado, el ayuno intermitente tiene beneficios, como potenciar la capacidad regenerativa de las células madre.
También se dice que es bueno contra el envejecimiento y para controlar la diabetes, pero al mismo tiempo presenta algunos inconvenientes.
En un estudio científico con ratones, un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, reveló que si se producen mutaciones cancerosas durante la fase regenerativa del ayuno intermitente, los ratones corrían un mayor riesgo de desarrollar tumores en el intestino, o sea que eran más propensos a desarrollar células precancerosas.
Como dicen, nada en exceso es bueno.