La crisis económica en La Habana ha impulsado a muchos ciudadanos a visitar los comedores comunitarios todos los días.

En promedio, un comedor comunitario alimenta a 2,200 personas en uno de los barrios más vulnerables de la zona.

Forma parte del proyecto comunitario Quisicuaba, que busca la reinserción social en Los Sitios, un barrio del centro de la capital cubana.

La pandemia, sumada ala crisis económica que abunda en Cuba, hizo crecer el número de comensales en estos sitios.

El 70% de la población tiene alguna creencia sincretista que mezcla religiones como la católica o la evangélica con cultos africanos o espiritistas.

Ahora las organizaciones religiosas han empezado a llenar espacios que el Estado no puede abarcar.