Cada tres meses, las mujeres venezolanas pueden acudir a clínicas ambulatorias de la ONG Médicos Sin Fronteras en la localidad de Vidoño, en el estado de Anzoátegui, para recibir anticonceptivos gratuitamente.
En contexto, una caja de tabletas anticonceptivas en Venezuela oscila entre 10 y 25 dólares, mientras que una inyección ronda los 11 dólares, montos a los que muchos no llegan con el trabajo de un mes.
En el país sudamericano, el embarazo precoz va de la mano de la pobreza y es cada vez más común ante la ausencia de educación sexual y reproductiva.
El ambulatorio “Amigos para la salud” atendió más de 10,000 consultas de salud sexual y reproductiva en 2020, de las cuales un 30% involucró a adolescentes.