Desde que comenzó la pandemia de covid-19, los comedores comunitarios de la provincia de Buenos Aires no tienen descanso, debido a que se ha registrado un aumento en los índices de pobreza en el país.
El comedor está en el municipio de La Matanza, el más poblado de la capital argentina y uno de los retratos más dramáticos de la pobreza en este país que alberga 122 villas y asentamientos.
Casi la mitad de los 1,7 millones de personas que viven en este municipio son pobres.
Y servicios tan elementales como salud, electricidad, y sobre todo cloacas y agua potable, escasean.
La pandemia ha sido devastadora para muchas economías del mundo, pero en Argentina, en recesión desde 2018, provoca estragos.
La pobreza alcanzó en 2020 al 42% de los 45 millones argentinos. Un 40% de la población argentina vive de la economía informal, afectada duramente por los confinamientos.