Una joven de 26 años tiene como objetivo plantar un millón de robles, árboles resistentes que pueden soportar tanto el frío del norte de Irak como la sequía de uno de los países más cálidos del mundo.
Su nombre es Delband Rawanduzi, una iraquí que expresa su hartazgo por la guerra, la tala ilegal y los incendios.
En un proyecto piloto a finales del año pasado logró plantar 2 mil robles. Y en el próximo otoño pretende plantar 80 mil.
Ha movilizado a visitantes y pastores que recolectan semillas de roble de las montañas, que luego se plantan en dos invernaderos donados por una universidad privada.
«Nuestro objetivo es que el proyecto sea exitoso. Es una respuesta a las amenazas del cambio climático, así como un esfuerzo para promover los ecosistemas y crear una cultura entre las personas para contribuir a un clima saludable», expresó Delband.